Estando de limpieza, descolgué un cuadro y lo dejé en el suelo. En una de estas me doy cuenta de que por detrás hay otro cuadro sin acabar. Nada más verlo recordé qué quería conseguir, en qué me inspiré y porqué no me gustó y lo dejé sin hacer.
Óleo sobre madera (83,5 x 61,5 cm)
Por aquella época leía todos los días arte. Estudiando a los impresionistas quedé fascinado por cómo hacían las nubes, así que intenté hacer algo similar a mi estilo. Aproveché que tenía ganas de pintar la catedral de Málaga y junté las dos ideas. Enseguida el cuadro empezó a darme problemas y acabé por abandonarlo.
Ahora que lo he vuelto a ver, me parece que hubiese merecido la pena seguirlo. Así se quedará para siempre.